¿Qué es un algoritmo? Seguridad Infantil en Internet

 


    

Un algoritmo se denomina como el conjunto de instrucciones ordenadas para resolver un problema, desarrollar una actividad o hacer un cálculo. Es decir, un algoritmo es método con ciertos pasos para alcanzar un fin ya que a partir de una información inicial se derivan una serie de pasos ordenador para llegar al resultado situación. En programación, se escriben ciertos algoritmos indicando al ordenador cómo tiene que realizar una tarea.

Cuando pensamos en un algoritmo, de forma general, lo asociamos a términos científicos o matemáticos, pero no son algo exclusivo para la lógica y la programación puesto que están en todas partes de nuestra vida cotidiana; nuestra rutina diaria, hacer una receta, los manuales… todo ello también son considerados algoritmos. Pero, ¿sabemos realmente cómo funcionan los algoritmos?

Los algoritmos tienen una entrada (input) y una salida (output), entre ambas están las instrucciones: la entrada podría ser la carne picada, el tomate, las láminas de pasta y la salida la lasaña perfectamente gratinada. En realidad, los algoritmos recogen operaciones tan sencillas que pueden ser realizadas con éxito por cualquiera. Incluso por las máquinas. Aunque los algoritmos existen por lo menos desde los tiempos de los babilonios, con la llegada de los ordenadores tomaron mucho más protagonismo. La unión de máquinas y algoritmos es lo que está cambiando el mundo. El matemático británico Alan Turing, famoso por haber reventado la máquina Enigma de mensajes cifrados de los nazis y por haberse suicidado mordiendo una manzana envenenada tras sufrir una dura persecución debido a su condición homosexual, fue de los primeros que relacionó algoritmo y ordenadores. De hecho, fue de los primeros que imaginó un ordenador tal y como los conocemos. Incluso llegó a pensar que las máquinas podrían pensar, y hasta escribir poemas de amor.

En definitiva, el trabajo de los programadores informáticos consiste en traducir los problemas del mundo a un lenguaje que una máquina pueda entender”, afirma Peña. Es decir, en algoritmos que la máquina maneje: para ello hay que picar realidad en pequeños problemas en sucesión y poner a la computadora a la tarea. Un programa de ordenador es un algoritmo escrito en un lenguaje de programación que al final acaba convertido en miles de sencillas operaciones que se realizan con corrientes eléctricas en el procesador, corrientes representadas por los famosos unos y ceros, los dígitos que caracterizan lo digital. Cuando jugamos a un videojuego en tres dimensiones, o miramos Facebook, o utilizamos un procesador de textos, en realidad la máquina está realizando numerosas operaciones con pequeñas corrientes eléctricas, sin saber que de todo eso sale Lara Croft con dos pistolas. La clave es que son muchas operaciones a la vez: un ordenador de 4 gigahertzios puede hacer 4.000 millones operaciones en solo un segundo. En esencia, esto son los algoritmos y esto es la informática.

¿Cómo garantizar la seguridad de los niños?

Esto ya lo había analizado James Bridle, periodista, escritor y artista ligado al mundo tecnológico, en el artículo “Something is wrong on the Internet”. Según Bridle, hay múltiples ejemplos de videos en YouTube Kids con contenidos inadecuados para los más pequeños.

El problema es que se pueden encontrar videos con personajes muy conocidos por los niños, protagonizando escenas violentas o de otros tipos. Como la aplicación funciona con algoritmos de recomendación de la plataforma, varios de estos videos logran encabezar las listas de popularidad y obtener ingresos publicitarios.

Enrique Dans, experto en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), aborda en su blog estas vulneraciones que puede experimentar esta plataforma, para analizar las falencias que tiene Internet.

“La combinación de factores como el desarrollo sin límites de la economía de la atención, los algoritmos que premian el sensacionalismo o el contenido más impactante, las posibilidades de anonimato o de trazabilidad compleja y otra serie de características de la red han dado lugar a un sistema en el que constantemente nos sorprendemos encontrando cosas que, si hacemos caso a la gran mayoría de observadores, no deberían estar ahí. Pero en realidad, el verdadero problema no está en Internet: está en la naturaleza humana”, plantea el autor.

En otras palabras, son personas las que retuercen el real sentido de una plataforma como YouTube Kids, para darle un uso inadecuado.


Lo más complicado es que esta es una acción que se desarrolla en la impunidad y, por la vorágine tecnológica, es difícil de controlar.

¿Existe alguna manera de asegurar que los contenidos de las apps a las que acceden niños y niñas son seguros? A muchos les resulta útil recurrir a herramientas como apps de control parental. Sin embargo, es mejor mantener una comunicación constante con niños y adolescentes. El buen uso de internet, especialmente en preadolescentes y adolescentes puede ser fortalecido por adultos que educan y acompañan. En el caso de los más pequeños, no se puede delegar a una aplicación el cuidado de un niño. Se requiere estar presente y revisando de manera permanente a qué contenidos acceden.

A continuación, os dejamos un video explicativo a cerca de los algoritmos.




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